
Cuando empiezas un negocio desde casa, especialmente vender postres en vaso, todo se mezcla: la cocina es tu taller de trabajo, el comedor es tu área de empaque, y tu celular se convierte en la oficina para tomar pedidos… ¡y sumale que todas queremos trabajar sin descuidar nuestro hogar!
Si ya estás en esa etapa o te estás preparando para empezar, quiero contarte algo importante: poner límites y separar espacios es clave para que tu negocio crezca sin que tu casa (y tu cabeza) se conviertan en un caos.
¿Te gustaría conocer algunos de mis tips para lograr ese equilibrio sin estrés, aunque vivas en un espacio pequeño o con otras personas? Pues aquí vamos….
1. Define tus “zonas de trabajo” dentro de casa
No necesitas una oficina ni un taller enorme. Solo hace falta que asignes espacios específicos para cada parte de tu negocio.
La cocina: úsala solo en ciertos horarios para producción.
Un rincón del comedor o una repisa: que sea tu estación de empaque o entrega.
Una caja o carrito organizador: para guardar tus insumos, utensilios, etiquetas, etc.
Tener todo junto, visible y ordenado te ahorra tiempo y energía mental.
2. Fija horarios como “si fuera” un trabajo real, porque “es” un trabajo real
Sí, estás en casa. Pero eso no significa que estés disponible 24/7 para todos.
Define tu horario de producción y de atención a clientes.
Por ejemplo: “Hago postres los martes y jueves de 3 a 6 p.m.”
Comunícalo con claridad (a tu familia, clientes y redes).
Y lo más importante: respétalo tú también.
Tu tiempo vale. Tu negocio es real. Y mientras más lo trates así, más en serio lo tomarán los demás.
3. Si puedes, usa un celular, correo o cuaderno exclusivo para tu negocio
Esto es clave para no mezclar tu vida personal con los pedidos, las listas de compras y las ideas que se te ocurren a medianoche.
Si puedes, ten un número o cuenta de WhatsApp solo para el emprendimiento.
También puedes usar una libreta, agenda o app donde apuntes todo lo del negocio (¡nada de mezclarlo con la lista del súper!).
Esto te ayuda a organizarte y, sobre todo, a desconectarte cuando necesitas descansar.
4. Habla con tu pareja, tu familia, tus roomies y hasta con tu mascota
Muchas veces el caos viene porque no hemos puesto las reglas claras en casa.
Explica que ahora tienes un proyecto propio y que necesitas ciertos espacios y horarios para trabajar.
Puedes pedir apoyo con tareas (como mantener despejada la cocina cuando vas a producir) o al menos que respeten tu tiempo de trabajo.
Recuerda: no estás jugando a vender postres. Estás construyendo un negocio.
5. Regálate un momento para desconectar
Cuando trabajamos desde casa, es fácil seguir todo el día pensando en el negocio. Pero necesitas tiempo para ti.
Programa descansos.
Haz algo que te guste, aunque sea 20 minutos al día.
Y no olvides celebrar tus logros, por pequeños que parezcan.
Tu bienestar también es parte del emprendimiento.
En resumen…
Separar tu espacio personal del profesional no es egoísta, es necesario.
Te permite trabajar con más enfoque, cuidar tu energía y disfrutar de lo que estás creando.
Recuerda que este negocio no es solo una forma de ganar dinero: también puede ser tu camino para tener más libertad, aumentar tu autoestima y sentirte realizada.
Mini tarea para hoy:
Tomate 5 minutos para ti y analiza ¿qué parte te cuesta más separar, el espacio físico o el tiempo?….